La colección Bridal Spring 2014 de la diseñadora venezolana es la
muestra absoluta del encanto de la sencillez, de la elegancia cuidada en los
detalles, donde la premisa: “menos es más” se impone para traernos unos trajes
soñados, cuya clase y estilo se mantendrán en el tiempo.
Por:
Alejandrina Uribe-Betancourt
Para
nadie es un secreto, que Carolina Herrera es mi diseñadora favorita, no sólo
por ser venezolana como yo, sino también porque yo la admiro profundamente por
ser una mujer emprendedora y que es modelo
del triunfo y el carácter de la mujer latinoamericana. A su vez, ella tiene una
riqueza cultural que la hace mundial y esa universalidad y encanto se refleja
en su trabajo como diseñadora, que es pleno de gracia, delicadeza y con una sencillez
que no quiere decir aburrido o carente de glamour; todo lo contrario es una
moda que es bella de ver, y fácil de usar, donde precisamente esa simplicidad
elegante muestra el poder de lograr más con menos.
Su
nueva colección de trajes de novia para la primavera 2014, Bridal
Spring 2014 hace énfasis en el poder de la sencillez, de
los detalles en ese estilo clásico que a la vez es moderno pero dentro de una
suave evolución, hoy los invito a disfrutar del estilo femenino y sofisticado
de Carolina Herrera quien nuevamente invita a las novias a vivir sus sueños.
Cuando
habla de su nueva colección, la propia Carolina Herrera dice: “"Bridal es
más clásico que moderno, pero se ha visto una evolución suave: hoy muchas
novias se han dado cuenta de que menos es más, más sofisticado y elegante. Se
trata de la silueta y de la tela que hablan en mis diseños. Yo creo en la
pureza de la línea y nunca uso un montón de encajes y bordados. Esa es la
manera de hacer cada diseño intemporal". Y ciertamente esto, vimos en la
pasarela lanzada hace dos semanas en la ciudad de Nueva York, el desfile fue sencillo y sobrio y las novias
salían en medio de un escenario que parecía un jardín muy de primavera
(tendencia que también vi en los desfiles de las casas Dior y Channel en París
a finales del año pasado).
Los
trajes definitivamente definieron la silueta sencilla y sofisticada que
caracteriza a esta diseñadora, hubo materiales nobles y bordados sutiles con
algunos toques de plata y dorado, que le dieron ese aire de cuento de hadas a
algunos vestidos. Los trajes de cortes sirena o de línea recta se hicieron presentes,
también hubo vestidos en falta amplia en tul con detalles en plata o dorado, o
de falda amplia en telas nobles pero todos entallaban la cintura y en esta
oportunidad hubo velos de diferentes largos en algunos casos muy cortos, en
otros mediano y algunos largo pero en
una caída sencilla, porque sencillez fue la premisa reinante, cero excesos.
Esta vez, uno de los puntos de atracción fueron los bouquets en colores atrevidos como el rojo intenso o el amarillo. Rosas en rojo intenso, naranja o rosado fuscia, se mezclaron en coquetos ramos con peonías, para dar este toque de alegría y sorpresa en algunos momentos, mientras en otros trajes se optó por ramos con los tradicionales lirios blancos. En todo caso, fueron ramos en tamaños discretos y de aspecto divertidos, como el ramo hecho
solo con espigas
Entre
todos los diseños, me encantó un traje con una mini capa en terciopelo con
ribetes en piel, anudada con un lazo de raso, esta capa me hizo pensar en alguna
princesa de los cuentos de Disney, o en
una Caperucita Blanca (en vez de roja), fue un toque de exquisita discreción y
me parece un traje excelente para una novia que desee en su ceremonia religiosa
algo más discreto y luego en la fiesta lucir un sexy strapless. Sin duda, Carolina Herrera sabe muy bien cómo
colocar detalles impactantes, pero sin quitar protagonismo a la novia y
manteniendo siempre un exquisito equilibrio que nos hace soñar.
Por si fuera poco, cada traje
nupcial de la diseñadora venezolana cumple con la tradición de incorporar "algo azul" para traer suerte a la novia en su día de la
boda. Tal como dice el refrán: "Algo viejo, algo nuevo, algo prestado,
algo azul y una moneda de plata en su zapato", y ese toque en azul es a la
vez, símbolo de fidelidad y lealtad; Carolina Herrera lo sabe y por eso, todos
sus vestidos, sin excepción, cumplen con esta premisa, y aunque el “toque azul”
no es visible en sus diseños, está estratégicamente incorporado. Herrera dice que
cada novia llevará algo azul cuando camina por el pasillo, porque en cada modelo
hay un pedazo de cinta de grosgrain en azul cosido en el forro
Así
es Carolina Herrera, una mujer plena de detalles y de gran apego a las
tradiciones, pero sin olvidar la modernidad, esto se refleja en sus vestidos
que cada año nos conquistan más y que tienen la magia de ser modernos pero
atemporales, por lo cual una novia vestida por Carolina Herrara podrá en 20
años o más mostrar las fotos del día de boda, sabiendo que su vestido seguirá
vigente porque es una pieza plena de detalles, y de un encanto que no tiene
fecha de vencimiento.
En
definitiva, son vestidos para decir: ¡Sí quiero!
Alejandrina Uribe-Betancourt ♥
Para ver más fotos visita el álbum en nuestra
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(Fashion & Luxury) by Alejandrina Uribe-Betancourt
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